Ha sido un hombre siempre fiel a sus principios a sus ochenta y nueve años cada día salía al monte con su rebaño, tenía una gran voluntad y un amor enorme por la naturaleza.
Cundo charlábamos solía decirme:
.- Julio, esto se está acabando, los hombres estamos matando a La Tierra, los que vengan detrás lo van a pasar mal.
Nos habíamos hecho amigos y ahora sufriré su ausencia.
nota.- Evaristo realmente murió el 30 de marzo pero entonces yo no disponía de blog.
Ayer, cuando fuimos a pasear, justo pensé en él, viendo los prados por donde solía pasar
ResponderEliminarAquí, en Sotoscueva, hay un pastor que va a caballo. Pinta sus ovejas con un espray de color rojo, supongo que para localizarlas en la distancia. Cada vez que lo veo, cada vez que veo un pastor, me acuerdo de Julio, claro, yo no conocí a Evaristo.
ResponderEliminarPero me maravilla esa gente como él capaz de hacer amigos que lo recuerdan así... Un besote para Evaristo, para Julio que lo recuerda, y para todos los amigos del mundo que siempre se quedan, aunque se vayan. Ana.
Ana, cada vez que hablas de Sotoscueva me entran ganas de ir, espero que pronto se presente una ocasión para visitaros,Un abrazo, El Zangano.
ResponderEliminar